Educar en el esfuerzo… suena serio, ¿verdad?
Nuestro reto como familias es conseguir que nuestros hijos e hijas vean el esfuerzo como parte natural de la vida.
Puede ser sinónimo de constancia, orgullo, superación personal… e incluso diversión. Y especialmente, reconocer el proceso, no sólo el resultado. Educar en la cultura del esfuerzo es dar herramientas para entender que persistir tiene sentido y que los retos forman parte del camino.